Manual de uso eficiente del agua y restauración medio-ambiental con especies nativas: el bosque de huarango en Lima.

El huarango es una especie muy usada en el cuidado y restauración de bosques y montes, lo que lo hace ideal para la reforestación, pues uno de sus usos es la calidad ambiental. Por ello su conservación y difusión puede estar orientada a la conservación del medio ambiente y de la naturaleza, a la protección de cuencas hidrográficas, y al disfrute público de los bosques.

El huarango sobrevive muy bien a la extrema sequedad, debido a sus extremadamente largas raíces que pueden llegar a medir hasta 70 metros. El huarango accede a fuentes profundas de agua, haciendo subir el nivel de las aguas subterráneas. Esto, y su copa en forma de canopea protectora, lo convierte en un eficaz agente anti-erosión. Conforma bosques secos, detiene el avance del desierto, nutre el suelo y es hábitat para biodiversidad.

Las hojas del huarango funcionan además como atrapa-nieblas, a través de pilosidades. Esta superficie sirve como captador de niebla que se condensa y se convierte en agua, goteando al suelo. La canopea del huarango proporciona una sombra muy placentera, a decir de Jose María Arguedas “deja pasar el sol, quitándole el fuego”.

METODOLOGÍAS

Técnicas Ambientales de Riego y Establecimiento

Una de las técnicas difundidas por el estudioso Alfonso Orellana es hacer un hoyo al costado de la planta e introducir una botella plástica de dos litros con agujeritos dejando la boquilla en la superficie. Para regar abrimos la botella y echamos agua, que se va soltando poco a poco y llega directamente a las raíces, con lo que hay menos pérdida por evaporación.

La restauración del bosque de algarrobo implica plantar otras especies con los que está relacionado, el molle y arbustos florales o árboles frutales. El pájaro que mantiene al huarango libre de plagas, por ejemplo, vive en arbustos y sin éstos el árbol será defoliado una y otra vez. A su vez los insectos juegan un papel determinante.

Educación y Acción Ciudadana

La conservación del bosque en el clima desértico típico a Lima, puede realizarse dentro del marco de acciones participativas a nivel ciudadano. La educación, sobre el uso y manejo del agua, así como de técnicas de cultivo, puede servirse del bosque incipiente como un espacio de laboratorio, prueba y aprendizaje en técnicas tales como riego por goteo, hidroponía, elaboración de compost, y recursos energéticos y de agua a nivel piloto o prototipo. Las personas asistentes deben poder reproducir esto en sus casas.

La huerta es también una actividad que puede introducirse en la educación y aprovechamiento, siendo especies afines el níspero, el pacay, la granada, el achiote, la guanábana, el mango, la ciruela, la lúcuma, el tomatillo silvestre, la yuca, la palta, la tuna, el piñón y el tamarindo.

De la misma forma, actividades como la apicultura y la cría de animales como cuyes son posibles. Las artes visuales pueden incluirse como agente de captación y/o organización de población a través de centros de arte y/o museos.
La idea es vincular actividades de difusión con las necesidades de riego del huarango.
Las necesidades de riego del huarango son de una vez por semana durante un año. Luego de este período de crecimiento se le puede regar más esporádicamente, sobre todo con miras a incentivar su crecimiento.

Recuperación del Entorno Medio Ambiental

De la misma manera es óptima la aplicación del huarango a parques y jardines como posibilidad de recuperación de parques anteriores y zonas aledañas con vegetación pre-existente.

También para implantación de sistemas iniciales de agua y desagüe, ya que las aguas de los silos o cualquier otra fuente de aguas servidas sirven de manera ideal como técnica de riego medio-ambiental. Deben escogerse especies con mejor nivel de adaptación al terreno y clima y que puedan conformar un ensamblaje con el entorno. La vegetación de matorral de plantas perennes es un agente contribuyente.

En la comunidad de Samaca, Ica, existe un entorno auto-sufiente de abastecimiento de agua, desagüe y riego por goteo a través de un aero-generador que alimenta una bomba eléctrica. La implantación de sistemas similares podría suponer una alternativa al problema de agua y desagüe para poblaciones sin estos recursos, así como una fuente de otros beneficios.

Otra de las técnicas para la inserción de bosque tropical seco en clima desértico es la instalación de atrapa-nieblas, o la derivación de acequias y canales para su uso racionado de riego por goteo. En la mayoría de comunidades en el Perú el riego inicial se hace a mano, árbol por árbol cualquiera sea la fuente u origen del agua.

Aprovechamiento en Técnicas Ambientales de Cultivo y Sanidad

En algunas regiones de Argentina, Colombia y el Perú preparan un macerado en agua con las hojas del árbol del molle (afín al bosque de huarango), el cual actúa como insecticida apto para desinfectar suelos para cultivo, además de ser útil para combatir hongos en plantas de cultivo y para la conformación de almácigos. Asimismo usan el producto de este macerado como desinfectante para el aseo casero. En Perú comunidades campesinas usan este macerado para el control de pulgones en cultivos.

La totora, especie afín al bosque seco de huarango tiene un gran uso fito-sanitario: es capaz de regenerar aguas servidas que corran por un cauce a cuyos lados esté la totora.

Beneficios a Mediano y Largo Plazo

El beneficio que puede suponer la conservación del bosque se plantea como alternativa a su consumo extractivo y su depredación. Los recursos obtenidos con el establecimiento y conservación del bosque deben superar a aquellos producto de su depredación. En general, una economía de racionamiento y orientada a la conservación rinde más beneficios que su extracción indiscriminada.

Grandes beneficios como el ecoturismo, circuitos de caminatas y ciclismo, y la creación de un entorno campestre para disfrute de las familias locales con implementación de mesas, sillas, parrillas, columpios y zonas de esparcimiento. Dentro de este marco la cultura del manejo correcto del agua ofrece muchas posibilidades: apicultura, telares, medicina natural, huertas, cría de animales, generación de abono y forraje, hornos solares, técnicas de construcción con materiales locales como el adobe, la pirca y la estera, y otras técnicas artesanales en los muchos campos de creación humana, pueden tener sede en este bosque aledaño a la ciudad, dentro de programas o períodos estacionales, con miras a obtener productos y servicios para el consumo y disfrute humano.

Panorama desértico común a la costa peruana, salvo por esporádicos valles costeros y humedales. El nivel de aguas subterráneas desciende y disminuye cada vez más con el avance del desierto.

Huarangos jóvenes de dos años y medio a tres años introducidos en el desierto para la preservación del suelo.

Un ejemplar de huarango de siete años de edad.

Canopea: especie de “techo” protector que se origina con la copa del huarango.

Área social generada a partir del bosque de huarango. Nótese la ausencia de césped. Ejemplares de entre siete y diez años.

Área social y construcciones a-sísmicas con materiales eco-amigables.

La sombra del huarango sobre el suelo desértico: la implementación de jardines es obsoleta, se consigue una vegetación boscosa abundante con menos de un tercio del agua que se necesitaría para regar un jardín.