Cuento: "Yo soy el robot" de Elsa Quispe
Título: Yo soy el robot
Autor: Elsa Alexandra Quispe Berracal
Categoría: 1ro-3ro de secundaria
Colegio: San Martín de Porres
Dato de contacto: alexandra_qb@hotmail.com
Yo soy el robot
En un día de eclipse a un niño llamado Spencer se le ocurre hacer un maravilloso robot con todos los materiales que su padre tenía guardados en un roncón de su cuerpo.
Spencer, un niño como todos, le gusta hacer muchos inventos maravillosos, él tiene muchas obras de arte guardadas en el garaje de su casa, peor el invento más importante es el que se le ocurrió aquel día de eclipse, cuando se sentía muy solo y su padre le dio la idea de hacer un amigo para que se divierta.
Después de varios meses, Spencer al fin termina de hacer su robot al cual le pone de nombre R-2. Al comienzo Spencer no le parecía muy buena idea jugar con un robot, qué pensarían los demás, peor después se acostumbró y decidió salir a la calle a pasear con R-2, su nuevo mejor amigo.
Cuando salió a la calle toda la gente lo miró muy asombrado, luego se empezaron a reír de R-2, ‘el se sintió mal, Spencer no tomó importancia a lo que le decían y siguió adelante.
R-2 se dio cuenta de lo que pasaba y empezó a llorar y de sus botoncitos rojos empezaron a salir gotitas de agua. Spencer se dio cuenta y se quedó sorprendido, porque R-2 era un robot y se supone que los robots no lloran ni tienen sentimientos, pero en esta ocasión esto que Spencer decía no era verdad, R-2 si tenía sentimientos porque unas lágrimas brotaban de sus ojos de metal, Spencer consoló a R-2 y le dijo que no tomará importancia a las demás personas.
R-2 y Spencer regresaron a casa y le contaron a los padres de Spencer lo que había pasado y que R-2, “su mejor amigo”, sí tenía sentimientos y que era igual que todos que no había ninguna diferencia entre los robots y las personas.
Desde ese día todo fue diferente, Spencer y R-2 hicieron amigos nuevos, pero uno de ellos le tenía envidia a Spencer porque era muy creativo, pero R-2 le dijo que cada uno tiene su talento y que todos somos iguales, pero de pensamientos y talentos diferentes, desde ese momento R-2 decidió seguir su camino, Spencer se sintió muy triste y R-2 con una sonrisa se alejó y se fue. Spencer aún recuerda todos los momentos muy hermosos que pasó con R-2 y la despedida muy dolorosa que fue para él y R-2 ahora está lejos pero aún recuerda a “su mejor amigo Spencer”.
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