Cuento: "Corazón de robot" de Omar Gutarra
Corazón de Robot
-¡Dios mio! No lo lograremos capitán, no lo lograremos, lo vamos a perder. ¡Sálvenlo! Es nuestra únca esperanza, que le cielo se apiade de nosotros, necesitamos un milagro.
-¡Capitán, funcionó! A sus órdenes- dijo el A60- Veo que no pueden vivir sin mi.
-¡Perfecto A 60! Repara el sistema de defensa y desvía totalmente la energía, al flanco izquiedo. ¡No importa el resto, pero hazlo ya!
-¡Capitán, nos atacan por el flanco derecho! Estamos perdiendo posiciones. ¡Rayos! Perfecto- Capitán.
-No hay un perfecto Capitán, ellos son humanos, el A60 no puede atacar.
-¡Mierda! Si consiguen este prototipo (A 60), estamos perdidos. Tendrían la información bioquímica conseguida en Júpiter. No puede ser, hemos cuidado tanto eso. ¡Ahora no!
-¡Perdimos el flanco izquierdo capitán! Mantengan sus posiciones, resistan. ¡Cayó el cabo capitán!
-¡Diego, no! 9el capitán sollozando rastrilla su arma. Se lanza al ataque, solo hay furia en sus ojos) ¡Nunca lograrán pasar!
…Horas más tarde informan al capitán que se llevaron al A 60.
-Señor, ¿pudo hablar?
-Esto es un cuartel, si tiene algo que decirme, dígalo.
-He estado a su mando toda esta campana, tuve la oportunidad de reparar y de conocer muy bien al A 60 y por lo que sé el A 60 tiene un bloqueo de una hora, lo que pasa nosotros sería un día o algo más o menos-dijo el sargento.
Durante el secuestro
-¡Cómo salgo de aquí! Estoy atrapado, ya es tarde, no lograrán sacarme, tengo que hacer algo ya. Bueno, enviaré un mensaje a la base, espero que aún estén. Intentaré escapar, ¡espérenme!- dijo el A 60.
-Bueno sargento, solo tenemos un día y una oportunidad, en esta guerra se ha perdido a muchos compañeros, familiares, parejas e hijos. Y me incluyo en estas pérdidas, pero ese robot es nuestra única ayuda para ganar o morir. Iré a buscarlo y lo recuperaré. Pero antes de eso, solo quiero saber si hay alguien más que yo que piense así y decida cobrar venganza, porque me importa la opinión de cada uno. No serán menos ni más los que decidan desistir, pero si eligen luchar, tendrán la oportunidad de patear traseros y luchar por lo que queremos vivir y ser felices. ¡El Estado de la Oceánica, están de acuerdo!
- ¡Ehh! ¡Sí! ¡Lucharemos y venceremos! Y si hemos de morir, moriremos luchando hasta el final- dijeron todos al unísono.
-¡Gracias, así lo lograremos!- dijo el capitán.
-¡Capitán, capitán, encontramos un robot! Sus capacidades son…bueno, mejor diles Anger…
-Estuve aislado y atemorizado, no podía hacer nada más que eso. Bueno, dejemos la plática. Veo en ustedes dignidad y me incentiva a ayudarles en lo que pueda- Anger.
-¿Puedes localizar al A 60? Si lo puedes hacer, lo necesito para ayer, localización exacta, todo lo ue sea posible- capitán.
-Sí puedo hacerlo. También puedo ver la cantidad de personas que hay en un rango de 100 km y comunicarme con el A 60- Anger.
-Es mi momento, espérenme- A 60.
-¿A dónde crees que vas? ¡Toma, toma! Obtendremos esos datos a como dé lugar o sino, bueno, ya verás.
-¡Anger! Dale las coordenadas al A 60.
-Ya intenté comunicarme y no tuve éxito, es que estamos con una comunicación muy interrumpida por el campo de fuerza de ellos- Anger.
-¡Demonios! Pero no podemos arriesgarnos, bueno ya es hora. Con un fusil en nuestros brazos y matar al que esté en frente lo haremos ¡No mataremos por placer ni por avaros, sino para una causa que nos une, defender el nombre de cada amigo, hijo y padres, aquellos que cayeron en combate defendiendo nuestra causa- capitán.
-¡Así lo creemos, recuperaremos esos datos y saldremos adelante, porque somos de la Oceánica y eso basta!
Al rato…
-Necesito que alisten a los civiles con armas, que para algunos sea innecesario. Pistolas, granadas, ballestas, etc. Además un plano exacto para tener una entrada más segura- capitán.
-Anger, ya escuchaste. Bueno, pero arma la primera fila con el equipo de demolición, bueno solo quiero ganar terreno en el comienzo del ataque y qué mejor que el equipo de demolición- sargento.
-Bueno, lo haré. Espero tener el tiempo suficiente. He separado tres hombres para que me resguarden el rescate y aprovecharé en entrometer algunos hombres como paramédicos y creando algunas capas de metal liquido junto con nanobot para evitar desangrados- Anger.
-¿Cuántos hombres tenemos como paramédicos? ¿Y cuanto metal extraño tenemos?- sargento.
-No es extraño, es complejo. Bueno, con los nanobots se tratará de empujar y expulsar la valla y el metal líquido cubrirá el huevo dejado. En cuanto a los paramédicos, tenemos 5 correctamente capacitados y bueno, los otros como diría, “conocen”- Anger.
-Entraremos primero con grupo de defensa con algunos protectores de alguna nave derecha en primera fila- capitán.
-Yo ya tengo un plan más arriesgado y yo sé que es mejor, pero podemos agregarle esa “nave”- sargento.
-De este punto negro localizar al A 60. Bueno, no perdamos tiempo, en 30 minutos atacaremos.
En esos 30 minutos todo rezaban y lloraban…
Bueno, el plazo se acabó y todos dejaron de pedir y llorar, dieron un paso al frente e instantáneamente las lágrimas empezaron a secarse, mientras miles de pasos se escuchaban a lo largo del terreno…donde se empezó a ver hombre valientes, jóvenes y señoritas de muy buen corazón peor sobretodo, el valor de empuñar el arma se les había otorgado y con orgullo, la decisión de matar a quien se les oponga y por encima de todo, si son los de la Atlántida, aquellos que piedad sembraron el terror e hicieron derramar lágrimas y con torpeza destruyeron a los robots. Bueno, a casi todos, porque lo que no sabían es que son dos robots los que harán temblar su imperio, porque son estos dos robots nuestro gran aliado, así que… a salvar a nuestros aliados.
-Reconstrúyanme. No les dije que me necesitan completo…- A 60.
-Solo por esta vez has ganado, pero de que te sirve si igual estás atrapado- guardia atlántida.
-Será mejor que vuelvas a tu puesto, se acercan personas malas- A 60.
-Bueno, no me importa, y por último, no quiero- guardia atlántida.
Comenzó el ataque, bombas, disparos, gritos, metal, chirridos...y de pronto se escuchó, ¡cayó el capitán!
-Todos nos quedamos parados mirando que el único líder que nunca nos traicionó y siempre veló por nosotros…fue entonces donde yo, el sargento Chip Jason tomé el mando y empecé a dirigir el ejército de la Oceánica. No pierdan sus malditas posiciones, luches por su causa.
Operación rescate…
-Avanza hacia la derecha, luego a la izquierda, hay cuatro ‘Atlas”, deja un explosivo y retrocede. No, espero, ahora son de los nuestros. Mierda, llegamos tarde. Recaudaron la informaci’on, no es toda, peor es algo.- Anger.
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